Villancicos de Navidad a tres y cuatro bozes
nº 37 a 48
En el Cancionero de Uppsala se encuentran 12 Villancicos de Navidad a tres y cuatro voces, siendo algunos de ellos unas de las piezas más conocidas del repertorio coral español. En cambio, otros son poco interpretados, siendo esto algo comprensible debido a su dificultad interpretativa y también a la dificultad que tiene su correcta transcripción, pero que en ningún caso estos problemas son excusa para no hacer de todas estas piezas un pilar fundamental de la música coral.
Todas las piezas que aquí puedes encontrar han sido transcritas desde el original y editadas por Carlos Ruiz-de-Arcaute Rivero.
37. No la devemos dormir
38. Rey a quien reyes adoran
39. Verbum caro factum est
40. Alta Reyna soberana
41. Gózate, Virgen sagrada
42. Un niño nos es naçido
43. Dadme albricias, hyos d’Eva
44. Yo me soy la morenica
45. E la don, don, Verges Maria
46. Ríu, ríu, chíu
47. Señores, el qu’es nasçido
48. Vos, Virgen, soys nuestra madre
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TRANSCRIPCIONES, PARTITURAS Y AUDIOS
Autor: Anónimo
Época: 1556, Renacimiento
Tipo: Vocal y contrapuntística
Transcripción y edición de Carlos Ruiz-de-Arcaute Rivero ©RdA2023
A la hora de editar estas partituras nos encontramos con varias dificultades:
-los errores musicales en la edición original no son muchos, normalmente de fácil detección y solución, pero alguno de ellos es de difícil solución.
-la disposición de los textos sobre las notas en la edición original no permite, salvo en escasas ocasiones, una disposición satisfactoria del texto en las notas. Después de darle muchas vueltas, de haberlo cantado todo en numerosas ocaciones, a veces ninguna de las alternativas me deja satisfecho. Esta incoherencia, a veces muy alta, de texto con música me hace pensar muchas veces que los textos de los villancicos navideños se aplicaron a obras ya compuestas con textos quizás profanos, práctica muy habitual en la historia de la música. Esto podría explicar tanta dificultad y falta de sentido entre texto y frases musicales. Por lo tanto, hay que advertir que la situación del texto en la música es siempre susceptible de ser cambiado a gusto del intérprete, siendo la edición una guía o ayuda, pero no sentando cátedra.
La edición pretende ser lo más fidedigna al original. Todos los cambios, erratas del original, variantes del texto, etc. han sido anotadas en las “notas” al final de la partitura:
-se han cambiado sólo las notas claramente erróneas, y los arreglos de mayor calado sólo se han realizado en el nº48 (ver sus “notas“).
-Se han repetido o cambiado textos donde parece claro que es necesario.
-Cuando hay disparidad de forma de escribir una palabra, para la edición se ha optado siempre por la forma que más se repite, o si no, la que más se parece a la actualidad.
-Los compases y la figuración se han mantenido; creo que ya no hace falta disminuir las figuras musicales para darse cuenta de que a veces es la redonda o la blanca la nota que marca el pulso.
-las notas ennegrecidas en el original se han señalado con una línea que cruza la cabeza de la nota.
Los textos siempre se reproducen completos al final de las piezas, ya que siguiendo los textos se disipa cualquier duda sobre la estructura de cada pieza.
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