Música Coral Religiosa

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Jeremias Friedrich Witt (1770-1836)

Salve, Regina

Descripción:

Esta pieza proviene de una estupenda colección de himnos y motetes para voces masculinas (Sammlung von Hymnen und Motetten für Männerstimmen) editadas por Bernhard Kothe (Gröbnig, Leobschütz, Polonia, 1821-Breslavia, Polonia, 1897), compositor, pedagogo y editor.

Las obras de Jeremias Friedrich Witt (1770-1836) que se encuentran en esta colección son de carácter sencillo, predominando la homofonía y con algunos contrapuntos sencillos. La sencillez es buscada, ya que se compusieron para ser parte de los servicios litúrgicos, pero esto no quita de que tengan una gran expresividad.

El Cantus firmus (Canto Gregoriano) sobre el que realiza esta obra está sacado del libro Enchiridion Chorale, sive selectus locupletissimus Cantionum Liturgicarum juxta Ritum S. Romanæ Ecclesiæ per totius anni circulum præscriptarum, enorme recopilación de cantos litúrgicos realizada en 1853 por el músico Johann Georg Mettenleiter (St. Ulrich im Lohnthal, Württemberg, 1812-Ratisbona, 1858).

 


Autor: Jeremias Friedrich Witt (Niederstetten, Alemania, 1770-Würzburg, Alemania, 1836)


Época: Clasicismo y Romanticismo


Tipo: Coral (TBB)

Georg Carl Adolph Hasenpflug (Berlin, 1802-Halberstadt, ALemania, 1858)
Ruinas de una abadía en invierno, Walkenried (1846)

Texto

Salve, Regina, Mater misericordiæ,
vita, dulcedo et spes nostra, salve.
Ad te clamamus exsules filii Evæ,
ad te suspiramus, gementes et flentes,
in hac lacrimarum valle.
Eia, ergo, advocata nostra,
illos tuos misericordes oculos
ad nos converte;
Et Jesum, benedictum fructum ventris tui,
nobis post hoc exilium ostende.
O, clemens, o, pia,
o, dulcis Virgo Maria.

Traducción

Salve, Reina, Madre de Misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra, salve.
A ti pedimos los exiliados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
He aquí, pues, nuestra defensora,
esos tus ojos misericordiosos
vuelve sobre nosotros;
Y a Jesús, fruto bendito de tu vientre,
después de este exilio muéstranoslo.
Oh, clemente, oh, piadosa,
oh, dulce Virgen María.